DISEÑO NÓRDICO
HISTORIA DEL DISEÑO NÓRDICO
Cuando
hablamos de diseño escandinavo o estilo nórdico, nos referimos a los países del
norte de Europa, estrictamente Noruega y Suecia, aunque generalmente se amplía
a Dinamarca y ocasionalmente a Islandia y Finlandia.
Su característica principal, desde sus
orígenes, es la funcionalidad.
Principalmente porque sobrevivir en el norte requería que los productos fueran
útiles y duraderos, sin florituras que pudieran afectar a su uso,asícomo el
empleo de materiales locales como la madera de sus frondosos bosques.
Sin embargo,
la elegancia propia del estilo que todos conocemos no llegó hasta más tarde,
cuando empezó a combinar la influencia de los movimientos decorativos de
principios del siglo XX del Art Nouveau con la sencillez y pureza de los
movimientos artísticos de entre guerras (Constructivismo, De Stijl, La
Bauhaus…)
¿POR QUÉ NOS GUSTA Y DESDE CUÁNDO?
Minimalismo,
líneas sencillas, depuración en la decoración, colores pálidos y texturas
lisas… El diseño nórdico se ha popularizado en España en las últimas dos
décadas de la mano de Ikea.
Nace,como
anteriormente hemos citado de la búsqueda de la funcionalidad en los
objetos,añadiendo la estética a sus valores,ayudando también a cubrir las
necesidades emocionale de la gente,y creando ``cosas bellas que hacen tu vida
mejor´´.
La cultura
sueca, y también su diseño, había alcanzado un importante resurgimiento a
finales del s XIX que se acrecentó tras 1930, año en que Estocolmo acogió una
gran exposición centrada en el mueble y el diseño donde se mostraron diseños
vanguardistas con un claro mensaje político y social, incluyendo prototipos de
apartamentos con muebles fabricados industrialmente, en contraposición de la
tradicional defensa noruega de la artesanía. Al cierre de aquella exhibición
daría sus primeros pasos uno de los movimientos más interesantes en el campo de
la decoración: el funcionalismo.
Buena parte
de los artistas que se dieron a conocer en aquella Exposición adoptaron como
filosofía el lema “el artista a la industria” para buscar crear “objetos más
estéticos de uso cotidiano”. La producción textil, la decoración de telas para
el hogar y el interiorismo alcanzaron un alto desarrollo desde esa década.
¿Qué
queda de aquel espíritu en el diseño nórdico de hoy? Ciertas esencias. El arte pop y los
objetos rústicos continúan siendo elementos clave a la hora de decorar una casa
al estilo sueco y los materiales fundamentales van desde las maderas nobles y
mimbres de tonos claros, hasta el metal y los plásticos de color neutro, el
cristal y el vidrio, siempre tratando de mantener la pureza de formas y la
sobriedad en el adorno. No veremos muchas molduras, pomos historiados, ni
colores diferentes.
La estética
futurista es también un rasgo característico del diseño sueco actual, junto a
las formas sencillas, los colores pálidos, los textiles con estampados
cuadriculados y de rayas, los volúmenes sólidos, el ahorro, la sobriedad, la
citada ergonomía y la belleza entendida como una función más, necesaria en
todas las formas de los objetos.
Algunos ejemplos característicos del mobiliario nórdico
María González
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