El packaging de los soportes físicos es casi tan variado
ahora mismo como la cantidad de artistas dedicados a la música. Hablando en
términos generales la industria o idea del envase y embalaje no comenzó su
recorrido como hoy lo conocemos hasta después de la segunda Guerra Mundial. Si
bien es cierto que el hombre siempre ha tenido la necesidad de “empaquetar” a
fin de preservar el contenido, porque este el verdadero fin del embalaje, hasta
que no se dio una mejora en las condiciones económicas de la población el cómo
venía preservado un producto no era importante y resultaba costoso buscar soluciones
creativas. Es a la revolución industrial a la que debemos la aparición del
actual y amplio mundo del packaging, ya que el consumidor se vuelve más
exigente y la competencia es abrumadora. Y tal y como evolucionaba éste de forma general también
evoluciono en el ámbito discográfico. Partiendo de 1939 con Alex Steineiss y
hasta hoy cada grupo musical ha buscado innovar en la manera de presentar su
música para poder llegar a más gente.
Si hablamos específicamente del envase y su forma, para cada
soporte encontramos una tipología generalizada y después nuevos conceptos de
protección y uso del producto. En todos los soportes físicos de música se está
dando este fenómeno, de forma más evidente en discos y vinilos que es lo que
más encontramos en estos momentos en las tiendas. Si hablamos del ejemplo más
claro y predominante, el disco, vemos como predomina la tendencia generalizada al
uso de una carcasa casi cuadrada de plástico duro en el interior del cual
existe una sujeción para el disco y se coloca también la información del
contenido (portada, contraportada y booklet).
Disco y casette del albúm Blink-182 (2009) de Blink-182
Pero a partir de esta idea y debido al avance de las tecnologías y los
estudios de diseño han aparecido un sinfín de fórmulas nuevas de presentación.
En algunas de ellas se vuelve incluso al pasado colocando en simples sobres de
cartón en los que se coloca la identidad visual en ambos lados y el disco va
simplemente insertado dentro. También tenemos una evolución de la carcasa
tradicional, en este caso realizado con cartón fino que imita el concepto de
apertura y preservación reduciendo costes, facilitando las labores de
impresión, y con la posibilidad de disminuir el grosor (que en algunos casos se
aprovecha para hacer discos dobles o añadir un booklet más amplio). Como ha
ocurrido en todo el diseño y el diseño gráfico en concreto, las nuevas técnicas
de corte, impresión, plegado y pegado están dando lugar a una exploración
masiva en a la hora de diseñar. Incluso hay una tendencia de packaging
experimental con intención de poder explorar nuevas fórmulas, en algunos casos
impensables para su producción en serie, que está ayudando a esta reinvención
de la carcasa. Es común ver este tipo de envase en ediciones especiales.
"A trio Conspiracy" de Naima. diseñado por Le Gráfico
De la misma forma que lo vemos en los discos aparece en los
vinilos y LPs que están volviendo a ser valorados y por lo tanto
comercializados, siendo muy común que con el lanzamiento de un disco se haga su
versión en uno de estos dos soportes. Por consiguiente, la identidad visual y
el packaging elaborado para el disco debe ser capaz de adaptarse también a
estos. En algunos casos el embalaje es sencillo empleando la forma tradicional
de guardarlos y colocándoles los gráficos específicos del disco a ambos lados
de la funda de cartón. Sin embargo vemos como poco a poco la misma tendencia de
experimentación se desarrolla también en estos formatos.
Edición de vinilo de "Tipsy Turvy" de Argyle Smile.
Vemos como el diseño de la carátula, o el
packaging en general, se extiende al disco en sí, empleando el mismo (o
variaciones de éste) u otro diseño que en la portada. Nos alejamos así del
disco despojado de identidad y podemos reconocerlo fácilmente, incluso si en no
aparece en él ningún tipo de texto informativo, en algún caso incluso
simplemente con el color se hace identificable.
Hablamos también de los booklets, que son los
pequeños documentos extraíbles, a modo de folleto, que se incorporan a los
discos. En ellos se incluyen fotografías, información del grupo o las letras de
las canciones del disco. Éstos deben estar en concordancia también con el resto
del paquete, empleando los mismos conceptos de diseño. No en todos aparece y
dependiendo de si van a ser parte del contenido o no se varía el packaging. En
algunos incluso no aparece como un documento independiente sino que
directamente se imprime en el mismo envase.
SPLITTING ADAM – “SPLITTING
ADAM” (2009)
Esta portada está diseñada
por el estudio canadiense Rethink para
el grupo Splitting Adam. El packaging homónimo que traducido significa “Adam dividiéndose”,
se basa conceptualmente en un personaje ficticio (Adam) que sufre trastorno bipolar.
Para desarrollar esto la portada presenta al personaje, creado a partir de la
cara de los cinco integrantes del grupo. La caja se abre dividiendo la cara
para mostrar el trastorno. Aparece entonces un holograma del personaje que al girarlo
se convierte en un apacible cordero o, hacia el otro lado, un gorila agresivo. En
el disco y su contraportada aparece el estado mental de Adam mediante grafismos
médicos. Esta portada fue nominada a los premios Grammy al Best Recording
Package a su director artístico Jeff Harrison y se premió al equipo Rethink con
la medalla de oro de los Lotus Award por el Mejor Embalaje. Vídeo del efecto visual.
ZINKPLAAT - MOOI BESOEDELING
Este packaging para el
album “Mooi Besoedeling” del grupo sudafricano Zinkplaat fue diseñado por el
estudio de diseño gráfico Fankalo. El nombre del significa metal corrugado y es
un abanda de pop-rock-blues-fusión. En este caso el título del álbum significa “bella
polución” y consiguen trasladar ese concepto de forma brillante en el
pankaging. Se presenta como un diseño sencillo en el que solo se ven el nombre
de la banda y el disco en la portada y en la contraportada las canciones que
contiene. Sin embargo, la superficie gris que rodea esta información es de
tinta restable; es decir, mediante la púa de guitarra q se incluye en el
envase, se desprende esa capa de tinta. Lo que vemos debajo es una ilustración
con cierto punto surrealista que nos muestra el mundo a todo color. Conceptualmente
quitamos la polución que contamina el mundo y no nos lo deja ver. Resulta un
producto muy atractivo para el consumidor ya que pasa a tomar parte de ese
diseño interactivo.
SHIDLAS – “SALIAMI POSTMODERN”
Este grupo lituano predominantemente de estilo reggae mezcla
en sus temas también dubstep, electro, hiphop y espacio exterior. Si bien es
cierto que para poder entenderlo es necesario el lituano y algo de italiano,
alemán , árabe y sentido del humor. Sus letras son críticas e irónicas respecto
a temas polémicos, en este disco titulado “Saliami postmodern” sin ir más lejos
tienen temas que van desde los pasatiempos de los niños terroristas hasta un
tema absurdo que repite todo el rato “salami, salami, salami salaam aleikum”. Ya
que tanto en título del álbum como en sus canciones aparece este embutido, el
disco no podría ser de otra forma: tiene una impresión con la textura de salami
sobre él y el envoltorio es una bolsa de envasado al vacío. La información del
disco se coloca como si fuera la etiqueta informativa del embutido real. Es importante en este packaging como se publicita: poniéndolo en contexto como si fuera ingrediente de un sándwich.
THE SIMPSONS THE MOVIE (OST)
Esta edición limitada decida a la película de animación basa
de la serie The Simpsons toma directamente la imagen promocional de la película
para convertirla en el envase y embalaje del CD de su banda sonora original. Diseñada
por el estudio de diseño gráfico MODO, se basa en una caja típica de donuts de
la película americanas en la cual se coloca la imagen de la película (un donuts
gigante junto al personaje Homer de la película). En la zona del donuts deja ver
lo que guarda la caja: el CD dentro de una caja en forma del mismo donuts con
glaseado rosa. Ese envase impreso mediante impresora 3D guarda el disco que
también tiene ese alimento impreso. Además el plástico de esas “cajas-donuts”
se impregna de olor real a donuts.
Subido por: Nerea Illana Diez.
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