La artista israelí Sigalit Landau ha desarrollado una serie de esculturas aprovechándose de la densidad de sal del Mar Muerto. Desde ser objetos de gran valor sentimental pero olvidados de algún modo pasan a convertirse en esculturas saladas dignas de cualquier museo. Escultura que muestras la espiritualidad propia de la artista y la unión profunda este recuerdos y su paso por el tiempo y la naturaleza.
Nacida en Jerusalén vivió varios años en Estado Unidos y el Reino Unido. Entre 1995 estudió en la Academia de Arte y Diseño Bezalel de Jerusalén, realizando un intercambio en la universidad Cooper Union for the Advancement of Science and Art de Nueva York. Actualmente vive y trabaja en Israel con su pareja Yotan From y su hija Imree.
Es una artista polivalente ya que para realizar sus obras se mueve con soltura dentro de una amplia gama de técnicas como el dibujo, la escultura, el vídeo o la performance. Tiene como resultado obras e instalaciones que a veces se sostienen por su mismas y, otras veces forman entornos completos e inclusivos. Por lo general, sus obras tratan cuestiones sociales, históricas, políticas o ecológicas abordando temas como la falta de vivienda, el destierro o las relaciones entre la decadencia y el crecimiento. Su obra, escultórica y performativa, explora las complejidades de vivir en una realidad geográfica dividida y traumática. Para muchos de esos trabajos se basa en la condición humana y el cuerpo humano (que suele ser el suyo propio) se convierte en la herramienta clave. Valiéndose de sal, azúcar, papel u objetos prefabricados, es capaz de crear instalaciones a gran escala in situ que cambian por completo el espacio.
"Mi trabajo es construir puentes. [Un] conscientemente buscando materiales nuevos y vitales para conectar el pasado con el futuro, el oeste con el este, lo privado con lo colectivo, lo sub-existencial a lo profundo, objetos encontrados a las narraciones y mitologías épicas más profundas... "
Para esta serie en concreto hablamos del empleo de la sal, pero no sal como la que podemos tener en casa sino utilizándola desde su origen en el Mar muerto. Lleva a los espectadores a un viaje por el tiempo (quince años de realización) cuyo hilo conductor es el recurso natural empleado. Inspirada por el Mar Muerto, que personalmente es un lugar importante para ella, utiliza su agua hipersalina para crear esculturas con objetos cotidianos en los que queda densamente incrustada. El proceso que lo hace posible es un ritual similar al del bautismo, sumergiendo los objetos diariamente en el agua salada. Emergen de su inmersión cubiertos de sal haciéndoles parecer que provienen de otros tiempo y otro lugar diferente. Utiliza el proceso natural de cristalización de la sal para crear piezas que cruzan los ámbitos topográficos, históricos, bíblico, culturales y medioambientales. Da igual la procedencia del objeto, todos ellos quedaran plagados de sal, todos ellos se parecerán, todos ellos cautivan a cualquier espectador. Es un intento personal por descubrir lo divino y lo eterno de la naturaleza.
Ella lo explica con una sensibilidad asombrosa dado que es una mujer muy espiritual y profunda, "Los años de trabajo con la solución líquida pesada del mar muerto están conectados no solo a mis recuerdos personales y físicos, sino también a recuerdos perdidos de paisajes cubiertos de nieve y a un proceso de luto; buscando sanar y reparar algo a través de este diálogo con la naturaleza" explica Landau. " Congeladas, pero concebidas por el sol de desset y las aguas de los primeros días, las esculturas son para mí como testimonios arqueológicos personales cristalizados e inmortalizados". Esos quince años de desarrollo y proceso los reúne en el libro "Años de Sal" donde muestra tanto el proceso de trabajo y la evolución de los objetos como las piezas finales, que se exponen en diferentes muestras y galerías de arte. Así mismo, realiza un vídeo-documental que muetra visualmente el cambio de los objetos, las estructuras que los sujetan en el mar, las labores que conlleva y por supuesto los resultados de todo ese trabajo. Os dejo un vídeo donde ella explica el proyecto y donde se puede ver todo el proceso.
Además Landau quiere que la gente participe del poder trasformador del arte y en entender como de lo más cotidiano sacamos algo profundo y artístico. Para ello da la bienvenida a su laboratorio situado en el mar muerto par la realización de nuevos experimentos e ideas.
Subido por: Nerea Illana Diez.
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